Un capítulo antes del final, me hace recordar aquel fragmento de Octavio Paz referente al mundo que nace cuando dos se besan ¿No les pasa que todo les recuerda a una persona aunque eso que están viviendo no tiene nada que ver con ellos? La mente quiere recordar a esa persona aunque las cosas que te rodean no se le relacionen.
Se alinean los astros y suceden cosas en el cosmos que no podremos volver a presenciar hasta 800 años después, somos de esas personas que sabes que te van a hacer bien de estar el uno con el otro. Sufre el síndrome de la princesa de Disney que necesita que la rescaten de la tormentosa realidad, la luz de los astros cae sobre el manto que cubre nuestros rostros y no nos deja ser.
No tienes idea de lo mucho que he pensado en ti últimamente; mi mente hace todo lo posible porque los recuerdos que nos quedamos sean los mejores. Capricornio es un signo de transición de un movimiento incesante hacia el final del año, contienen todo el orgullo que forma parte de nuestra personalidad. La alineación de los astros no tiene nada que ver con lo que sucede en nuestras vidas, más que pasaría si te liberaras de todas esas ideas de trascendencia que te rodean.
No hay peor engaño que el que se hace a uno mismo; cuando uno quiere creer que no está enamorado. Los recuerdos que nos hacen más fuertes son los que nuestra mente bloquea. Las personas a tu alrededor se relajan con la luz que irradias, con la tranquilidad que transmites, huyes sobre la cotidianidad tomando todo lo que quieres de los otros, viviendo al límite y sin consecuencias.
Puedes seguir engañándote y creyendo que el amor no rige tu vida; cuando por fin puedes cumplir con el plan que se te ha encargado como parte de la raza humana. Las luces de la ciudad se apagan, el sol cae en tus mejillas rosadas por el calor. Poco a poco sientes convertirte en todo eso que los demás esperan, en todo eso que tu madre soñó para ti, mi madre llora y se pregunta que fue lo que hizo para tener un hijo como yo.
Ese amor de película de princesa, en el cual te rescatan de todo el drama que has creado, el drama que tu haz creado a nuestro alrededor, todo eso que no dice una mujer cuando está molesta. Nada puede detener lo que está sucediendo, excepto claro el amor verdadero, nuestras personalidades van al límite, conocemos nuestros rincones más odiados. Recuerdo cuando me dijiste que el amor era sólo un sentimiento, que no tomara las cosas tan en serio.
El tiempo siguió hacia adelante y con su paso, no logro más que sentirme perseguido por mis pensamientos, por la amistad que ha desaparecido por los tiempos que estamos viviendo. Llegan a mi mente esas imágenes de cuando era pequeño, mi padre comprándonos todo lo que queríamos en una tienda departamental. Quedamos inmortalizados a través de estas líneas, de esta separación.
Se termina el tiempo y te vuelvo a ver con la sonrisa coqueta y los labios encarnados por la pasión. Superficialmente me encuentras en la esquina de tu casa, asomada por el balcón fumando un cigarro, detesto que lo hagas; nos volvemos a encontrar pero no somos los de antes, somos seres distintos que viven y sufren como todos los demás.
Foto por: Bruce H. Cox